El mundo de la coloración tiene al reconocido peluquero y formador Javier Vila a uno de sus grandes referentes en España.
Con más de 20 años de trayectoria profesional, el prestigioso colorista y educador freelance Javier Vila vive uno de los momentos más dulces de su carrera. Embajador de Wella Professionals y habitual en el renombrado salón Toro de Barcelona, Javier Vila ha sido este año preseleccionado como Peluquero Español del Año 2025 en los Premios Fígaro y prenominado como Mejor Educador del Año en los Live Fashion Awards, dos reconocimientos que consolidan su influencia en el sector y rubrican su excelente momento actual.
«Estoy en un punto muy positivo, la verdad, súper feliz tanto a nivel personal como profesional. Son reconocimientos que me hacen pensar que todo lo que he hecho hasta ahora ha valido la pena», confiesa Vila, que vive este éxito con los pies en la tierra y la mirada puesta en seguir creciendo y compartiendo su conocimiento con otros profesionales.


Apasionado por la moda y las tendencias, Javier es un firme defensor de la personalización en el color. «Cuando una clienta viene a verme al salón, lo que hago es dibujarle una técnica de color para ella. No se trata de hacerle un balayage solo porque esté de moda. Me adapto a su color natural, a su estilo de corte, a su textura de cabello… La personalización va mucho más allá de seguir una tendencia», explica. Y añade: «Hoy más que nunca, se valora que el cabello, además de verse bonito, luzca auténticamente sano, lo que para mí siempre ha sido una absoluta prioridad».
Su experiencia y sensibilidad en el trabajo del color le han llevado a convertirse en el colorista de confianza de reconocidas influencers como Marta Díaz, Anna Padilla o Ana Matamoros, entre otras. Javier Vila cuida cada melena con una visión experta y personalizada, sublimando el color y asegurando siempre un acabado natural, luminoso y saludable que potencia la imagen de estas creadoras de contenido en cada aparición pública.
Su faceta como formador es, sin duda, una de las que más le llenan actualmente. «Estaría haciendo formaciones todos los días. Me hace feliz compartir, poder aportar algo y ayudar a los demás profesionales a crecer y desarrollar sus habilidades. Al final, a lo largo de mi trayectoria me he encontrado con gente que me ha ayudado muchísimo y, hoy en día, siento la necesidad de devolver a la profesión todo lo bueno que he recibido, de fomentar la generosidad entre compañeros y de seguir compartiendo todo aquello que he aprendido», afirma.
Esa evolución personal también se refleja en su manera de entender la profesión. Tras atravesar un proceso personal complejo a nivel emocional, Javier reconoce hoy haber cerrado un ciclo. «Empecé a sentirme yo de nuevo a principio de año y al poco me preseleccionaron a los Fígaro, un momento de mucha alegría que me hizo sentir que ya había ganado. Porque justo entonces supe que había superado esa tristeza y volvía de nuevo a trabajar para mí, por lo que me hace feliz y no por demostrar nada a nadie», comparte con honestidad.
En su día a día, Javier combina su trabajo en salón con su papel como Wella Passionista, formando parte de un selecto grupo internacional que crea contenido para la marca a nivel global. «Actualmente estamos muy enfocados en tendencias de tonos cálidos y naturales, en técnicas que priorizan la salud del cabello y en tratamientos que refuercen la durabilidad y el brillo del color. La calidad del cabello es clave para que cualquier color luzca espectacular», señala Vila.
Además, es un firme defensor del poder de las redes sociales como herramienta para conectar con clientes y profesionales. Hoy, justamente en una masterclass con jóvenes estudiantes en Academia Premium by Lídia Casanova en Badalona, compartía sus mejores consejos al respecto. «Lo importante es transmitir vuestra identidad, lo que os inspira, lo que os motiva… potenciar vuestra marca personal. No se trata solo de mostrar cabello, sino de compartir también aquello que os hace ser únicos y que os hace destacar profesionalmente. Eso crea un vínculo real con todos aquellos que os siguen», recomienda a las nuevas generaciones.
Hoy, Javier Vila se encuentra en un momento de madurez profesional y personal que le impulsa a mirar al futuro con ilusión. «Hace años mi meta era brillar yo. Con el tiempo me he dado cuenta de que lo que realmente me llena es ayudar a que brillen otros», concluye con la humildad y la generosidad de quien entiende que el éxito real se mide por lo que dejas en los demás.
