Hablamos con Jordi Trilles, Regional General Manager Southern Europe en Revlon Professional Brands, cuando se cumplen tres años de su incorporación a la marca.
Jordi Trilles, tres años en Revlon Professional… ¡el tiempo vuela! ¿Qué balance haces de estos mil días en Revlon?
“Extraordinariamente positivo. Llegué para liderar un proyecto muy concreto y situar a la compañía allí donde se merece, que es su posición de líder. Y ya sabía que no sería un camino fácil. Estamos hablando del año posterior a la pandemia, abril 2021, con todo lo que supone el momento y las circunstancias de incertidumbre y de dificultad. Estamos consiguiendo unos resultados brutales, con esfuerzo, con compromiso, apoyándonos en las personas, que son el motor de cualquier proyecto, y sin dejar nunca de aprender y superar obstáculos con una sonrisa. Porque cuando llegas a una empresa que tiene su propia cultura, tienes que comprenderla y poner tu experiencia a su servicio.”
¿Qué es lo que hace de la cultura de Revlon única y diferente?
“Revlon tiene una manera de trabajar muy próxima a la gente, ya que creemos mucho en las personas. Por este motivo, estamos muy cerca de los clientes y lideramos desde el ejemplo y desde la cercanía. No puedes tratar a los clientes como si fueran únicamente gente que te compra productos, sino que debes tratarles como si verdaderamente tú fueras parte de su empresa. Nuestra misión es ayudar a hacer crecer el negocio del peluquero y elevar su marca personal. Todo ello forma parte de la raíz de la cultura Revlon y que estamos desarrollando al máximo. Es algo muy diferenciador respecto a todas las otras compañías que operan en este mercado.”
Llegaste a Revlon para liderar el negocio profesional en España, pero en poco más de un año te nombraron Regional General Manager Southern Europe.
“Así es. Las cosas funcionaron, el encaje fue bueno y tengo que agradecer que confiaran en mí también para ampliar estas responsabilidades. Es un reto muy interesante. Al final, estamos hablando de países con una cultura diferente: Portugal e Italia son países vecinos, pero tienen otra manera de ser y de pensar. Y por ello tienes que trabajar con mucha humildad, con muchas ganas de aprender y con toda la voluntad del mundo de trasladarles la visión de la compañía. De este modo, podemos homogeneizar toda la fuerza que Revlon Professional tiene en el mercado y canalizar nuestra propuesta de valor a la profesión.”
¿Cómo influye trabajar desde la sede en Barcelona con un líder como Charles Waters, como presidente internacional de la compañía?
“Tengo la suerte de tener a Charles Waters como presidente internacional, que es una persona que se distingue justamente por empoderar a sus equipos y por dar libertad absoluta de acción. Y yo personalmente lo agradezco mucho porque me gusta actuar con autonomía. Compartimos una pasión y un respeto absoluto por la industria de la peluquería y por el peluquero. En Revlon Professional queremos empoderar cada vez más a la figura del peluquero, respetarle y ayudarle en todos los sentidos para que su negocio prospere.”
¿Cómo ha evolucionado ese apoyo al peluquero desde la marca en estos últimos tres años?
“Nosotros creemos que la peluquería está haciendo un gran servicio a la sociedad. Y es que la misión del peluquero es hacer felices a las personas. Y esto, que yo lo afirmo rotundamente, me gusta repetirlo porque no hay muchas profesiones en la vida que sirvan para eso, para hacer feliz al otro. Por este motivo es primordial ponernos al lado del peluquero, sentarnos con él y trabajar juntos en un proyecto de éxito común. Pero detrás de cada profesional, hay también una persona y, a veces, eso se olvida. Los peluqueros son personas sometidas a muchísimo estrés, a muchísimos problemas diarios, que tienen constantemente una serie de conflictos que, de alguna manera y a nivel personal, pueden repercutir en su trabajo. Por ello, hemos querido actuar y apoyarles a través de nuestro nuevo programa ‘Empowered Mind’.“
¿Se trata de un proyecto nacido en España?
“Así es. ‘Empowered Mind’ ayuda al peluquero a eliminar sus miedos, a superar sus límites, le hace entender que tiene el poder, no solo en sus manos sino en su mente y les aporta la serenidad necesaria para que pueda dedicarse única y exclusivamente a hacer felices a sus clientes. Tenemos previstas 25 formaciones, a través de las cuales vamos a llegar de forma directa a más de 500 peluqueros. Las sesiones tienen plazas limitadas porque se necesitan grupos pequeños para poder verdaderamente trabajar de una manera muy activa. Contamos con la ayuda de una coach de alto impacto, Céline Corteggiani, que entiende perfectamente las preocupaciones y las dificultades de la peluquería, porque viene de nuestro mundo. Estamos muy orgullosos de haber lanzado este proyecto. Hemos empezado por España, pero pronto lo vamos a lanzar también en Italia y Portugal.”
¿Son iniciativas como ésta de las que se siente más orgulloso Jordi Trilles después de estos tres años en Revlon?
“Lo más importante de estos tres años es la continuidad de una convicción, que es poner al peluquero al frente de todas las decisiones que se toman. Esto es lo más destacable, no un evento o un proyecto en concreto. Para mí hay una cosa absolutamente vital y es que el peluquero sea reconocido por todo el valor que aporta a la sociedad. Yo creo que somos la única compañía que estamos trabajando para ello en todos los sentidos. No cejaremos en nuestro empeño de que el peluquero pueda ser reconocido socialmente como alguien importante.”
¿Con qué acciones concretas se ha mejorado la experiencia del cliente en los salones?
“En Revlon estamos impulsando un modelo en que el salón de peluquería tenga claro un protocolo donde las personas disfruten desde que entran hasta que salen. El diagnóstico, el tratamiento en el back-bar, la personalización del color, la atención a los más pequeños detalles, el buen uso de las redes sociales, etc… son elementos importantísimos de la propuesta de calidad en un salón. El lanzamiento de la gama Eksperience, por ejemplo, radicalmente sostenible, aúna el mar, la ciencia y los sentidos para ofrecer productos que cualquier consumidora vivirá como una experiencia memorable, en el salón y en casa.”
Al final se trata de darle herramientas al peluquero para que haga crecer su negocio.
“Tú lo has dicho, yo siempre digo que los productos no son más que una herramienta en manos del peluquero. Pero no todos valen. En ese sentido, el I+D de Revlon es muy fuerte y potente, porque nos tomamos el tiempo necesario para, antes de cualquier lanzamiento, verificar que ese producto funcione y nos dé la garantía de que puesto en las manos del peluquero se convierta en una herramienta poderosa. Revlon es una compañía americana con sede en Nueva York, pero es en el sur de Europa donde se condensa toda la fabricación de productos, todo el desarrollo y toda la estrategia de la compañía a nivel mundial: el I+D y el global marketing se concentran en Barcelona, la fabricación del ‘haircare’ la llevamos a cabo en Tarragona y todos los productos de coloración, en Bolonia (Italia). Todo ello nos proporciona mucha proximidad y mucha agilidad a la hora de hacer las cosas.”
Otra apuesta importante de la compañía es la de seguir llevando a cabo atractivos eventos de peluquería.
“Sí, nosotros creemos que todo momento es bueno para mostrar al mundo que la peluquería es una profesión extraordinaria en la que sabemos hacer cosas increíbles. De la misma manera que hay pasarelas de moda de vestido, tienen que haber pasarelas de moda de cabello, porque es una parte muy importante a la hora de definir la personalidad de una persona. Lo primero que tú ves cuando miras a alguien es su cabello. Por eso nosotros queremos reivindicar y poner de relevancia que, detrás de esa imagen, detrás de ese cabello, está la figura del profesional de la peluquería.”
Pasados estos tres años en Revlon, ¿en qué momento se encuentra Jordi Trilles a nivel profesional?
“Mira, yo estoy en un momento profesional y personal muy bonito. Te destacaría dos cosas: la primera es que me estoy divirtiendo mucho haciendo lo que hago, compartiendo enormemente los aprendizajes y proyectos con otras personas que me enriquecen. La segunda es que creo que hay un cierto reconocimiento de que estoy aquí para ayudar. Estoy en contacto permanente con los peluqueros y noto mucha calidez porque me ven como un verdadero amigo. Y lo único que pido para mí mismo es continuar haciendo las cosas con el mismo entusiasmo y sabiendo además que todo pasa por defender unos valores. Por eso soy fiel y lidero a través de estos valores, creyendo en las personas, que son las que al final tienen que llevar a cabo los proyectos que tú impulsas. Lo importante no son tanto los nombres de los que estemos trabajando aquí y ahora, sino lo que podamos aportar y podamos hacer para construir juntos un gran futuro.”
Create Boldly. Live Boldly.
“Exacto. Crea intensamente, vive intensamente, disfruta del camino y deja un buen legado allí donde vayas.”
