Las puertas están abiertas y los salones en marcha, al menos en los países donde se ha levantado el cierre. Las agendas se van llenando pero, aun así, algo fundamental sigue faltando…
Un corte perfecto, un nuevo color, un balayage recién hecho… ¿Qué es lo que nos impulsa a ir a la peluquería? En primer lugar, obviamente, el cuidado personal. Por fin podemos salir de nuestras casas y queremos estar seguros de que se nos verá bien. ¿Y cuáles son las sensaciones que experimentamos cuando visitamos la peluquería, con todas las nuevas normas y protocolos de atención sanitaria? Una cosa está clara: nada es como antes. Estamos viviendo en una nueva normalidad.
Los clientes han desarrollado y asimilado, sin duda, un mayor sentido de la higiene. También es cierto que esos momentos de bienestar, esos merecidos descansos de la rutina diaria, esas respiraciones profundas y esas charlas relajantes con su peluquero favorito han dejado de existir. Naturalmente, esperamos que pronto podamos recuperar esas relaciones humanas “normales” entre los peluqueros y los clientes, a las que estábamos tan agradablemente acostumbrados.
Sin embargo, hasta que llegue ese momento, es importante que los clientes sigan percibiendo sensaciones agradables y relajantes durante su estancia en la peluquería, quizá a través de pequeños gestos que vayan más allá de las normas de salud y seguridad personal. ¿Qué se puede hacer? Concentrarse en los sentidos como la vista, el olfato y el oído. Te proponemos tres ideas sencillas y fáciles de probar, que te ayudarán a crear momentos #feelgood en tu salón:
1. Decoraciones XXL. ¡Sí! ¡Exactamente! Exagera el tamaño del ramo de flores en el área de recepción para crear un inesperado efecto WOW para los ojos de tus clientes. Las flores, especialmente si son coloridas y perfumadas, pueden mejorar el humor de cualquiera. A tu equipo del salón también le encantarán.
2. ¡Música, por favor! Todo amante de la música conoce el efecto mágico de los sonidos melodiosos y los ritmos relajantes. Ahora más que nunca, es el momento de deleitar los oídos de tus clientes y ayudarles a disfrutar de momentos positivos de relajación. Durante el fin de semana, crea una lista de reproducción adaptada a tu salón y sube el volumen de vez en cuando. La música puede ser terapéutica y difundir la felicidad.
3. Celebra cada momento. Crea un breve vídeo de uno de tus servicios de styling, añade la música adecuada y publícalo en tu cuenta de Instagram. La sensación de ser atendido por un profesional, con ese toque extra, transmitirá glamour y bienestar a tus fans mientras esperan su próxima cita.
Y no olvides que hasta tus ojos pueden sonreír, ¡incluso cuando los dientes se esconden detrás de una mascarilla!