Triste adiós a la gran Llum Ventura, una fuerza creativa en el sector de la peluquería y destacada impulsora de la mítica La Pelu de Barcelona.
El mundo de la peluquería está de luto por el fallecimiento este pasado sábado a los 82 años de Llum Ventura, una figura inspiradora tanto en nuestro sector como en su vertiente como activista, dejando una huella imborrable en la lucha por los derechos y la libertad. Sus orígenes familiares, marcados por el anarquismo y el feminismo, fueron la base de su compromiso y su pasión por el activismo. Su legado perdurará en los corazones de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.
Llum Ventura marcó de forma decisiva la evolución de la industria de la peluquería en Barcelona y más allá. Su pasión por el arte capilar y su visión vanguardista la llevaron a fundar su primera peluquería, La Mar, en 1979; y siete años más tarde, La Pelu, un salón de belleza revolucionario que rápidamente se convirtió en referente. Su filosofía de negocio se basaba en el asesoramiento al cliente, respetando su personalidad y creatividad individual, y reivindicando la peluquería como una forma de arte y expresión. Y es que La Pelu fue mucho más que un simple salón. Era un espacio donde la creatividad fluía sin límites y donde Llum Ventura fomentaba la experimentación y la innovación. Su enfoque único en la peluquería como una forma de arte permitió a los estilistas explorar nuevas técnicas y desafiar los límites convencionales. Llum no solo creó un salón de belleza, sino un espacio donde la peluquería se fusionaba con el arte y la cultura.
La revolución de La Pelu provocó un efecto tremendamente vigorizante en nuestro sector. Su concepto innovador y su filosofía creativa influyeron en toda una nueva generación de estilistas que redefinieron los estándares de la industria. En un artículo que escribí a cuatro manos con mi querido amigo Àlex Asensio en 2003, hablábamos de la efervescencia creativa de Ciutat Vella en Barcelona, liderada en aquel entonces por cuatro salones que marcaron época: La Pelu, Polopelo, Salva G y Clear. Eran años en que la febril actividad de La Pelu –que llegó a contar con cuatro establecimientos y su propio centro de formación– despertaba admiración y servía de inspiración para miles de peluqueros, más allá de nuestras fronteras. Pero, ¿qué pasaba en La Pelu? Como nos contaba la propia Llum, de todo: “Eventos especiales como las noches de Luna Llena, exposiciones de pintura, música en directo, performances… y actividades vinculadas a nuestra profesión pero de índole solidaria”. “Actualmente estamos trabajando en un proyecto para poder formar gratuitamente a jóvenes nepalíes, paralelamente formamos parte del Consell de la Formació Professional de Barcelona y, a través de este proyecto, tendremos jóvenes de Berlín haciendo prácticas en nuestros salones“, nos explicaba Llum en 2003.
En su autobiografía, publicada en 2017, Llum Ventura reivindicó su naturaleza libertaria, heredada de su familia de anarquistas. Su identidad estaba arraigada en la defensa de la igualdad y la justicia, y llevó esa bandera hasta el final de sus días. Pero Llum no se limitó a la acción en las calles, sino que también participó en instituciones con un enfoque independiente y libre. Defendió los derechos de las mujeres y de los más desfavorecidos. Como consejera de Distrito en el Ayuntamiento de Barcelona, fue una de las principales impulsoras de la recuperación histórica de las “Dones del 36“, mujeres supervivientes de la Guerra Civil. Cuando se vio limitada en su libertad para llevar a cabo su actividad, Llum siempre puso sus principios por encima del compromiso institucional y regresó a la lucha en las calles.
Hoy, despedimos a un icono de la peluquería. Llum Ventura, tu espíritu revolucionario e innovador perdurará para siempre. Descansa en paz, querida Llum.
Imagen portada: YouTube Televisió Ciutat Vella