Uno de los compromisos que ha adquirido Lakmé con sus clientes es la belleza consciente: “La apuesta por un camino en el que creemos firmemente, que nos llevará lejos porque cuidar nuestro entorno es un acto de responsabilidad y de futuro”.
Por ello, Lakmé se compromete en su cadena de valor desde el diseño hasta la distribución, incluyendo el packaging, el proceso de producción, el suministro de materias primas y el reciclaje del producto final.
Este 2020, la marca ha dado un paso más y ha decidido suministrar los tubos de todas las familias de coloración (Collage, Gloss y Chroma) sin retractilar, como medida de reducción de consumo de plástico. Esta acción supone un ahorro anual de más de 500.000 metros de plástico. “Pensar sostenible es el camino hacia la belleza consciente”.